Estábamos en el GARAJE HERMÉTICO, un bar muy simpático de Madrid por la zona de Prosperidad al que nos había llevado el periodista ALVARO CORAZÓN RURAL, cuando sonó una canción que me supo a la famosa magdalena de Proust (!!!). Como los tiempos son otros, en vez de liarme a escribir larguísimas y bellas frases para fijar mis sensaciones, saqué el móvil, le di al SHAZAM y en seguida vi que se trataba de ISRAELITES, un hit de DESMOND DEKKER que escuchábamos una y otra vez en los guateques de finales de
los sesenta sin saber que eso era SKA y que Desmond Dekker era su profeta.
El SKA lo volví a descubrir cuando medio grupo de nuestra escuela de jazz se fue a un grupo local a hacer ese tipo de música en torno a un entusiasta saxofonista del género y un crápula cantante jamaicano de Jamaica que cayó por Logroño. Otro grupo de ska menos organizado me pidió un día que tocara con ellos un par de piezas al saxofón en un concierto en Lodosa y quedé tan horrorizado de la experiencia que nunca más quise saber del SKA.
Más allá de mis historias personales se ve que el REGGAE barrió al SKA como música representativa de Jamaica ya entrados los setenta. y es que, ciertamente, la mayoría del SKA suena a pachanga que te cagas.
Pero las personas cultas que leen este blog y comparten mis discos (ahora mediante solicitud por mail y envío inmediato del link para su descarga) no pueden dejar de tener algo de SKA en su discoteca, no sea que algún día quieran organizar un fiesta alegre en casa o... esperar otros cuarenta años a que les dé un salto el corazón (como me pasó a mí en el Garja Hermético) cuando escuchen ISRAELITES.
Qué gran canción. El resto de la recopilación es variopinto pero se escucha con agrado mientras haces una tortilla de patata en la cocina.
