THE CIVIL WARS - 2011- BARTON HOLLOW

Fiel a mi cita musical con los escasísimos asiduos de la spymusic aunque casi por los pelos (...pues en un par de horas estamos ya en lunes, o sea, en la semana que viene), hoy no os traigo un pescado de hace cuarenta años sino algo mucho más reciente aunque sin futuro (ja ja ja), pues el dúo que formaron esta parejita en el 2008 se disolvió el año pasado y los tres álbumes que publicaron en su corta pero exitosísima y reconocidísima existencia han quedado cual reliquias de santos. Y si no de santos, de angelitos, pues cantan como ídem. Qué tíos, y qué variedad de temas. Apenas me ha dado tiempo de escuchar este su primer álbum y ya lo tengo entre mis favoritos. Quede constancia de que el descubrimiento se lo debo a mi socia que oyó una canción en la serie Nashville y siguió la pista de los autores hasta dar con ellos. Y ya los tenéis en  nuestra dcaja para hacer que esta última semana de febrero sea tan buena como su música.

CANNED HEAT - 1968 - BOOGIE WITH CANNED HEAT

Les debía desde hace tiempo una entrada y mira por dónde, que cómo salió su nombre en el post anterior por asociación entre el cantante de Marea y Bob Hite, pues esta semana pasada he estado oyendo un par de discos de CANNED HEAT, una de las bandas que en los años de la psicodelia le dió por agarrarse al blues tradicional, o más en concreto, al "boogie", ese blues algo más acelerado pensado para poder bailar, y en fin, que aquí los tenéis ya en la spymusic. A comienzos de los setenta vino a Barcelona otro de los músicos blancos de los años hippies que también puso al blues en primer plano, John Mayall, y como tengo hasta algún vinilo suyo, le prometo igualmente otra entrada.

Al ver esta foto, seguro que recordaréis el buen rollo de la actuación de Canned Heat en Woodstock, en concreto la anécdota del tipo que se subió al escenario a saludar a Bob Hite y hasta le pidió un cigarro sin que ningún servicio de seguridad le echara a patadas. Bob Hite tenía una imagen poderosa y el bajista de patillas que no paraba de bailar, también:

Pero en esa inolvidable actuación llamaba la atención la frágil figura de un guitarrista que luego supimos que era, junto con Bob Hite, el alma del grupo: ALAN WILSON.

Su trágica historia (murió en 1970, el mismo año que Janis Joplin y Jimmy Hendrix), su soledad, su timidez, o su precursora obsesión con la naturaleza, la botánica o la ecología pueden sentirse a través de su extraña voz o de forma de frasear en temas como ON THE ROAD AGAIN, número 3 del álbum que ya tenéis en la dcaja y que a mí me llega especialmente.

Canned Heat sobrevivió a Alan Wilson pero se volvió un grupo más o menos previsible y del montón. Por lo que he leído por ahí, Wilson compuso temas a medio camino entre el blues y la psicodelia que no sé muy bien donde buscarlos (y encontrarlos) pero con tiempo ya llegarán.

De momento poneros BOOGIE WITH CANNED HEAT, disfrutad con ese blues acelerado y algo psicodélico de los sesenta y reparad en la voz de Wilson en los dos o tres temas en los que canta. Vuestra afición por la buena música subirá unos buenos enteros.

Aquí otra foto de la formación histórica de la banda:

MAREA - 2003 - BESOS DE PERRO

Me cayeron bien nada más que les oí. Es un rock duro y limpio. Salvando las distancias (y las diferencias entre el blues y el rock) el cantante me recordó a Bob Hite, aquel simpático gordo de Canned Heat que murió tan joven.

Lo que me descolocó un montón es que cantaran esa especie de rumba-rock (Estopa/lado bueno- Melendi/lado tve) siendo de un barrio de Pamplona y llevando look de heavys:

Las fronteras y fusiones de este país son una gran fuente de sorpresas. No está mal que Marea me hayan llegado el mismo año en que Manolo Escobar, el rumbero catalán, se muriera y que Cataluña prometa ser independiente para acabar con la rumba for ever.

Los versos del poeta y cantante Kutxi Romero, donde siempre se mezclan ternuras con tacos, mierda y sexo, dan para un ensayo de sociología que no es el caso hacer aquí. Porque como decía al principio, lo que más me gusta de Marea es que es rock puro y limpio. Que da mucho gusto poner y escuchar, sobre todo en días fríos como los de esta semana. Y encima, español. Bastante macarra, como no podía ser de otro modo, pero de la ciudad de aquí al lado, tan pija ella y del opus. Buena parte del mérito de esa claridad de sonido creo que la tiene el guitarrista David Díaz "Colibrí" que cada vez que se queda solo pone el nivel del grupo a la categoría de internacional.

Como en disco nunca se sabe quién toca qué, esto último lo digo porque la semana pasada me vi casi entero uno de los concierto en directo que hay subidos en youtube y que seguramente es la mejor manera de sumergirse en su música y ambiente.

Como no acertaba a saber de qué álbum era cada una de las canciones del concierto y algunas se me quedaron enseguida pegadas al oído, me informé un poco de su ya dilatada trayectoria discográfica y aunque yo la veo bastante homogénea me quedé con que BESOS DE PERRO de 2003 podía ser el primero de sus álbumes en la spymusic. Así que ahí lo tenéis ya para calentaros un rato en estos duros días de febrero.