Hoy va de post sociológico así que no os paso música, que bastante tenéis ya por escuchar. El caso es que en las pasadas fiestas de San Mateo vino a Logroño un grupo de rock/pop extremeño llamado EXTREMODURO y ofrecieron un concierto en el feísimo (amén de pésima acústica) Palacio de los Deportes a 28 € la entrada (31,5 en compra anticipada por internet) y se agotaron completamente (!!!). Yo no había escuchado nada de EXTREMODURO así que pensé que me estaba perdiendo algo importante.
Y sí que me perdía, claro está, pero, desafortunadamente, no un regalo para los oídos sino otro barómetro social como por ejemplo, el que relaté en el viejo sPyP a propósito de
SIDONIE.
Como la gira en la que habían incluido el concierto de Logroño tenía como objetivo la presentación de su último disco PARA TODOS LOS PUBLICOS, y las reseñas de sus fans no eran muy favorables, consulté el librito de JESUS ORDOVAS, "LOS DISCOS ESENCIALES DEL POP ESPAÑOL" (recién comprado en la feria del libro de ocasión) y vi que su recomendación era para un álbum de 1996 titulado AGILA, cuya portada (ay) ya echaba para atrás, y en el que colaboraban el impresentable de Albert Pla y el bueno de Adolfo Fito Cabrales (de FITO Y LOS FITIPALDIS).
En mi primer intento de audición no pude ni con la primera canción. En el segundo, saltando de una a otra, he conseguido acabar de escuchar algún tema pero no me preguntéis cuál que prefiero no hacer el esfuerzo de acordarme.
La primera impresión es que como tantos otros grupos de rock duro español, EXTREMODURO son buena gente, gente de pueblo, gente que expresa su malestar a través de unas letras bastante ásperas y primarias, pero de ahí a buena música hay un trecho tan grande que, hundido como ya estamos por el panorama general de este país, la adhesión enfervorizada hacia este tipo de música no te puede causar otra sensación que un desgarro mayor hacia tu entorno.
Con todo, lo peor no es que la música de EXTREMODURO sea en la mayor parte de los temas de nivel regional sino que encima ni es rock duro ni encaja con la buena pinta de sus componentes.
Abrumado por mi decepción he empezado a escuchar en el tube su último álbum, PARA TODOS LOS PÚBLICOS, y también he tenido que abandonar. La música (los arreglos) parecen tan apañadicos que para nada encajan con el nombre del grupo. Casi parece que vayan de indies para votantes de Podemos. Eso sí, lo único que no parece haber cambiado es el diseño gráfico...:
Lo dicho, sí queríais oír este finde algo duro, echad mano de vuestra discografía spyp que seguro que encontraréis mucho mejor material para soportar este país y o para rabiar de veras por ser parte de él.